lunes, 8 de abril de 2013

HACHIKO (IV)
Del amor de Baby y Fuyur nacieron seis hermosos cachorros. Unos con la planta de los Whestys y el pelo "jaspeado", con distintos tonos, tirando a negro. Y otros con pintas de Yorkshire, sin llegar a serlo.

El parto, una vez más, cogió a Rosa en casa. Habían nacido tres cuando yo llegué, pero allí estaba su hermana y Ana, una vez más, sirviendo de "parteras".

Cuando llegó el cuarto empezamos a preocuparnos. Uno era para nosotras, dos ya estaban colocados, pero..... ¿y ahora? ¿Quién iba a querer cachorritos mestizos, a pesar de que eran adorables?.

Y nació un quinto y un sexto. Rosa lloraba desconsolada.

Al día siguiente me llamó con determinación al trabajo:
- Hay que colocarlos a todos hoy mismo (era viernes). Si no, mañana los llevaremos a la veterinaria para que les ponga la inyección.

¡Nos dolía tanto tener que hacerlo!.

Afortunadamente conseguimos, en menos de dos horas, buscarles familia a los tres que nos quedaban.

Burlón fue el primero, se fue a Guadiana del Caudillo. Tuvo mala suerte. Le encantaba correr a los coches y uno acabó con su vida.

Jara está en Campanario, con una familia encantadora que la tiene como la reina de la casa.

Lola está en Badajoz encantada de la vida.

Bola comenzó viviendo en nuestro pueblo con una buena amiga, pero pasaba largas temporadas con sus abuelos, les robó el corazón y ya no se separan de ella, es dulce, cariñosa y la más pequeña de toda la camada.

Golfo vive en Villanueva de la Serena con un matrimonio que ya ha emancipado a sus dos hijos y su compañía les ha venido de maravilla.

Hachiko está con nosotras. Es un perro precioso y buenísimo. Muy cariñoso y mimoso. Juega muchísimo, tiene mucha energía y muy buen "rollo".

Es como los whestys pero ladrador como los yorki. Tiene unos ojitos negros vivarachos y expresivos y el rabito erguido como "los coches eléctricos". Por la noche duerme pegado a mí como una lapa y en el sillón también le tengo adosado como si tuviera un tercer riñón.

Al irnos a la cama me hace monerías y una de las que más me gusta, y él lo sabe, es cuando se sienta sobre las patitas de atrás, como los suricatos, y mueve las dos patitas delanteras a la vez, yo le rasco la barriguita y él se muere de gusto.


Es muy bueno, cuando Rosa trajo a Mery (la gatita, la chavacana) a casa, con apenas quince días, la adoptó. Le lavaba la cara y el culito, dormía con ella en su cestita como  si fuera su "papá" y no dejaba que los demás perritos se acercaran a ella por si le hacían daño. ¡Fue entrañable!. Ahora juegan como si los dos fueran perros. Unas veces Hachi persigue a Mery y otras es Mery la que persigue a Hachi.

Es un perro muy "perro", no sale de la cama hasta que ya estamos listas y hay que preparar la habitación.

Hachiko, se llama así por la película que protagoniza Richard Gere, "Siempre a tu lado", si no la habéis visto, verla. Pero con un montón de paquetes de pañuelo al lado. El día que nacieron, por la noche, Rosa la vio y por la mañana me dijo que ya teníamos nombre para el perrito. Se llamaría Hachiko, que significaba ocho en japonés y es el número de la buena suerte para ellos.

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