jueves, 23 de enero de 2014

LOS CUENTOS DE LA CLASE

Alicia vive en un pueblo, pequeño, aunque a ella le parece el lugar más grande del mundo. Su escuela tiene un patio de tierra enoooorme. Y una pared que lo rodea también, muy alta. Y tiene un árbol inmenso. Si lo miras desde abajo, muy cerca del tronco, no se ven las últimas ramas, bueno es que si se pudiera subir por el tronco, de rama en rama, se tardaría mucho, pero se llegaría al cielo. ¡Seguro!.

A Alicia no se le va de la cabeza el subir algún día, claro que sin que se de cuenta la "seño", ni el chivato de Antoñito, que todo lo cuenta, ¡es más tonto!. Tiene los dos dientes de arriba anchísimos pero muy cortos, porque le están saliendo, unas pecas a los lados de la nariz marrones, y una nariz que parece que se la aplasta todos los días detrás del cristal de la puerta de su casa y así le dura toda la mañana. Además tiene el pelo amarillo y un flequillo que le tapa los ojos, que son muy pequeños, y por eso todos en la clase le llaman "el topo" porque con los ojos tan chicos y tapados, casi nunca ve nada de lo que explica la maestra; pero se entera de todas las tratadas que hacen Alicia y sus amigos, para luego ir a contárselas a la primera profe que vea. Por eso la panda le tiene un poco de "hincha".


En fin que Alicia está deseando trepar por las ramas del árbol, que seguro es el árbol más alto del mundo, aunque en la tele no hayan dicho nada. El otro día se lo preguntó a su mamá, y ella le dijo que era mejor que la tele no se enterara porque si no se llenaría de periodistas y de curiosos y el pueblo cambiaría mucho, y no podrían salir de las casas. Bueno si mamá lo dice sus razones tendrá.

Esta mañana se ha levantado con espíritu intrépido, lo sabe porque cuando se levanta con el flequillo de punta, es cuando le pasan las mayores aventuras. Mamá también lo sabe, y le ha advertido:
- A ver que vas a inventar hoy "Indiana Jones", que te has levantado con mirada de exploradora, y eso me da un miedo que nadie sabe. No te vayas a meter en líos y del cole derechita a casa.
- No te preocupes mamá. Vendré derechita que ya sé que de postre hay tarta.

Pero sabe que hoy no va a ser un día normal, se le han erizado los pelillos de la nuca camino del cole, es una señal de alarma, que quiere decir que hoy va a pasar algo extraordinario.

Y se encamina decidida hacia el destino. Cerca ya de la escuela se encuentra con Lidia, como siempre se saludan con un guiño y un gruñido, es el saludo de la "panda", Lidia es una de sus más intrépidas compañeras. Le brillan los ojos, y las dos se miran con la cabeza un poquito girada y con los ojos semicerrados:
- ¿Qué se te ha ocurrido que hagamos hoy en el recreo? -pregunta Alicia a su amiga-
- Lo mismo te iba a pregunta yo a ti. -le responde Lidia intrigada-
- Ya se me ocurrirá algo. Tal vez durante la clase de "mates"....

En el patio están Luís y Alberto, dispuestos siempre a la aventura que las chicas puedan proponerles. A ellas se les ocurren las mejores trastadas. ¿Qué habrán ideado para hoy? Llevan ya días que están muy tranquilas, lo que quiere decir que se avecinan sorpresas, ellos lo saben y aguardan expectantes.

David y Séfora han llegado tarde pero no se les escapa el ambiente de intriga que reina entre sus amigos.

El reloj que está encima de la pizarra avanza despacio, se hace interminable la clase de mates y eso que hoy ha sido interesante, les ha enseñado las clases de triángulos. Que curioso, que puedan tener varios nombres a la vez como las personas. Triángulo rectánculo escaleno, triángulo equilátero acutángulo... que bien suena esas palabras si las dice la seño con esa preciosa voz que acaricia las consonantes y canta en las vocales. Después viene la clase de lengua y han hecho una lectura de unos loritos que estaban enjaulados y se ponían muy tristes. Y luego los llevaban a la jungla para que fueran felices. Ha sido muy bonito, porque todos querían que los animales vivan allí donde han nacido, en libertad.

Libertad, eso es lo que están esperando todos ellos. Y por fin suena el timbre del recreo. Aun hay que recoger las mesas pero lo hacen en un abrir y cerrar de ojos. La seño se queda boquiabierta porque Patricia G, que siempre es la última, ha salido inmediatamente detrás de Alicia, que ha sido la primera.
- ¿Qué pasa, qué pasa? Habéis estado todos tan misteriosos durante la mañana.
- ¡Calla! -le dice Séfora, tirando de ella más lejos de la puerta donde no pueda oírlas la maestra- creo que a Alicia se le ha ocurrido una idea fantástica.
- ¿De qué se trata?
- No lo sé - contesta Séfora-
- ¿Y entonces porqué sabes que es fantástica?
- ¡ Ay, hija a veces pareces tonta! Qué pena de "dieces" que sacas en matemáticas.
- Pero qué tienen que ver mis notas con la idea fantástica de Alicia. ¡Tú si que eres tonta!.

Alberto que las oye discutir, se acerca para poner paz.
- No os vayáis a pelear, que entonces se acaba la juerga. Vamos a ver que es lo que se le ha ocurrido a Alicia y tengamos el recreo en paz.



Todos se juntan bajo el árbol enorme. Y mientras dan buena cuenta de la merienda esperan a que Alicia les cuente cuál va a ser la aventura de esta mañana.
- ¿Os acordáis del cuento de "Juan y las habichuelas" que nos contó la seño en 1º? -cómo lo iban a olvidar, la seño contaba tan bien los cuentos, que recordaban todos los que les había contado, como si los llevaran grabados en el disco duro del cerebro (si lo tuvieran, que no lo tenían, porque si lo tuvieran a Manuel le habría entrado un virus que le habría borrado toda la información, porque siempre estaba en stanby, pero cuando se reiniciaba el antivirus, se convertía en una máquina). En fin, que sí, que se acordaban.- Bueno pues este árbol que veis aquí también llega hasta el cielo y yo voy a ver que hay allá arriba. ¿Quién se atreve a venir conmigo?

Todos se miran sorprendidos. De todas las ideas locas que se le habían ocurrido a Alicia, aquella se llevaba la palma. Luís es el primero que se levanta porque no se cree que el árbol llegue al cielo, eso no podía ser. Nunca jamás un árbol podría llegar al cielo. Luís es siempre muy negativo, nunca disfruta de las historias que se leen en clase, aunque sean de fantasmas, o de príncipes y princesas, o de ogros o de marcianos o dragones... Él nunca se creé nada. Y no hay que creérselo, solo hay que imaginarlo, que para eso están los ojos de la imaginación. Total que hay que explicarle que esto es una aventura de investigación. Al final deciden que deben disimular y jugar a los juegos de siempre mientras, Alicia y Manuel suben al árbol. Para que nadie los descubra y sobre todo para que "el topo" no se dé cuenta que están tramando algo. Así cuando él se acerca:
-¿Qué hacéis?
- Nos la estamos echando para jugar al fútbol. ¿Juegas?
- No, que siempre me ponéis de portero y tiráis a "reventón" para hacerme daño.
- Eres un quejica. Pues luego no vayas diciendo que no te dejamos jugar. -Y "el topo"se va-. La jugada ha sido perfecta. Porque saben que no le gusta el fútbol. Así por lo menos los dejará tranquilos este recreo.
- Bueno manos a la obra.
- ¿Qué obra? ¿Ya vamos a empezar con los ensayos de teatro este año, pero si la seño aún no nos ha dicho nada?.
- ¡Ay, Manuel que no te enteras de nada!, que Alicia y tú vais a subir al árbol a ver hasta donde llega.

Pero cuando se empina para subir el primero, se da cuenta de que hoy ha estrenado las zapatillas de deporte y si el primer día las araña, para que queremos más con su padre.
- Mira que yo no subo, que me he acordado que tengo que estudiar para el examen de "Cono" de mañana.
- ¿Estudiar, Manuel? Pero si tú no necesitas estudiar, casi sabes más que la maestra.
- Bueno la verdad es que...tengo vértigo.
- Vértigo dice...él, qué se subió al andamio para pasar al tejado y coger el balón que encajó José cuando estaban pintando el patio. Vértigo...
- Bueno....-balbucea Manuel- es que... he estrenado zapatillas y si me las araño el primer día...
- Pues ya no tienes que arañártelas el segundo. ¡Mira, que eres tonto! -dijo alguien-.
- Que no, que no. Que si no mi padre se enfada y no me lleva el domingo de pesca. Quita, quita. Yo no subo. -refunfuñó Manuel con cara mohína-.
- Pues alguien tiene que acompañar a Alicia, no va a ir sola.
Con tantos planes, y dudas el recreo se ha ido pasando. Y suena la sirena para volver a clase.


Esta historia se comenzó a escribir en 2006, con la promesa de continuarla. Y la cumpliré!

1 comentario:

  1. De medio de información ,nada de nada, chata. Que para eso hay que tener una licencia .Que te asesore ya sabes, J...JO JO JO.

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